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Unas lentes gruesas suelen desfavorecer un rostro, empequeñeciendo mucho los ojos si se tiene miopía o agrandándolos de manera extraña si es hipermetropía. Afortunadamente hoy en día existen alternativas en las micas que te permiten darle un giro de 360 a tu estilo aprovechando los grandes diseños en los armazones.
Ya sea en miopía, hipermetropía o astigmatismo, cuando se tienen más de 2 dioptrías aproximadamente, se empieza a hacer necesaria la reducción de lentes para que pesen menos y no se note que se tiene una dioptría elevada, con solo mirar las lentes.
Miopía: Estas lentes suelen ser más gruesas en los bordes. A mayor miopía, más se notan los círculos concéntricos hacia el borde de la lente.
Hipermetropía: Son más gruesas en el centro. Cuanto mayor es la hipermetropía de una persona, más desproporcionadamente grandes parecen los ojos. Además, esas lentes pesan mucho más, lo que suele ser un problema.
Astigmatismo: A los inconvenientes de las dos anteriores, las lentes para astigmatismo añaden su limitación tórica.
Se llaman lentes asféricas y suponen un enorme progreso tanto en lo estético como en la mejora de la visión, ya que ofrecen mayor nitidez, sin distorsiones en la imagen.
La ventaja estética se debe a que con estas lentes, el aspecto del ojo visto desde fuera es más natural en forma y tamaño. Otra ventaja añadida de las lentes asféricas es que son más finas, lo que supone mayor comodidad por ser más ligeras. Como puedes ver existen muchas ventajas al emplear estas lentes.
Fuente de información: Gafas.es & ralphandmarth