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A medida que envejecemos, nuestra capacidad auditiva inevitablemente disminuye. Aunque no es posible corregir una pérdida auditiva, sí podemos minimizar el daño que podría afectar directamente a nuestra audición.
Para prevenir que la sordera se convierta en un obstáculo en el futuro, es importante considerar algunas recomendaciones para conservar y proteger nuestra salud auditiva durante más tiempo. Estos hábitos de salud deben practicarse diariamente y preferiblemente desde una edad temprana.
Algunas razones que pueden acelerar la pérdida auditiva, algunas son:
La pérdida de audición se mide en decibeles, que representan el nivel más bajo de sonido que una persona puede escuchar. Si su capacidad auditiva se sitúa entre un umbral de 0 y 20 decibeles, es considerada una audición normal. A partir de los 20 decibeles, se considera hipoacusia. Si superas este umbral, se categoriza de la siguiente manera:
Preservar una buena salud auditiva es un tesoro que debemos proteger. Una audición clara permite disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y, sobre todo, comunicarnos de una forma más efectiva. También contribuye a mantener un cerebro más activo, lo que a su vez ayuda a retrasar algunos síntomas del deterioro cognitivo.
• Realiza exámenes auditivos regulares: Procura tener revisiones médicas periódicas con expertos. Monitorear tu salud auditiva te ayudará a detectar cualquier enfermedad a tiempo para tratarla cuanto antes. Recuerda que la prevención es la clave. Si tienes más de 60 años, considera monitorear tu audición al menos una vez al año.
Mantén la higiene de tus oídos: Limpia tus oídos con frecuencia y de manera adecuada, lavarlos mientras te duchas es suficiente para una buena higiene. Recuerda también secarlos correctamente después de cada baño.
Evita introducir objetos en tus oídos: Evita los hisopos y cualquier tipo de artefacto que no sea diseñado para el cuidado auditivo. Introducir demasiado cualquier objeto puede lastimar la membrana ocasionando problemas serios de audición, incluso la sordera.
Reduce la exposición a ruidos estridentes: Los factores externos a los que estamos expuestos pueden acelerar la pérdida auditiva. Evita aumentar el volúmen de la televisión y, si usas audífonos con regularidad, controla su volúmen.
Limita el tiempo cerca de fuentes de ruido intenso: La solución más segura es evitar este tipo de ruidos, pero si estás expuesto a ellos en tu trabajo o en eventos recreativos, asegúrate de usar protectores para mayor seguridad.
Mantén una alimentación saludable: El omega 3 que encontramos en el pescado, la vitamina B en las legumbres, la vitamina E de los frutos secos y las vitaminas A y C en las frutas y verduras contribuyen positivamente a nuestra salud auditiva. Además, evita el tabaco y el alcohol, ya que son perjudiciales para la audición.
Trata las infecciones adecuadamente: No ignores las infecciones. Sigue las indicaciones de tu médico para combatirlas y proteger tu salud auditiva a largo plazo.
Es importante destacar que no existe un tratamiento médico específico para la hipoacusia, sin embargo, el uso de audífonos puede minimizar las consecuencias de la pérdida auditiva y mejorar la comunicación.
Fuente de información: Aural centros auditivos, Estaire Audio.
Written by Lucero Suárez