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Cambiar los anteojos con regularidad es muy importante. Aunque el desgaste de la lente no sea evidente de primera instancia, nuestros ojos pueden estar expuestos a agentes como el viento, el polvo y las partículas de tierra que contribuyen al desgaste. Según estudios, la mayoría de los usuarios cambian sus lentes cada 5 años.
Aunque tengas buena visión, deberías evaluar tus ojos una vez al año. Durante un examen de la vista, el optometrista no solo evalúa qué tan bien puedes ver, sino también el riesgo de enfermedades de los ojos, como el glaucoma y las cataratas.
Sin embargo, muchas personas optan por no hacerlo constantemente debido a que el desgaste visual no siempre se desarrolla rápidamente, por lo que podemos tener la sensación de que seguimos viendo correctamente; pero un cambio gradual tiene un gran impacto en nuestra salud visual, sin mencionar que también es necesario tener un cambio en nuestros armazones para cumplir con una imagen confiable y elegante.
Cambiar los anteojos a menudo es una necesidad para aquellos con altos niveles de dioptrías que requieren corrección con lentes.
La frecuencia del cambio puede variar según la edad y depende totalmente de las recomendaciones que haga el oftalmólogo. Es importante mantener el calendario de cambios, ya que incluso pequeñas mejoras o ajustes graduales pueden tener un gran impacto en nuestra salud visual. Sin embargo, hay ciertos puntos que debes de tener en mente. Aquí puedes ver los tipos de rostro y qué tipo de armazón te favorece según tu tipo de rostro.
A veces los cambios en la graduación de nuestras lentes no son tan obvios. Por eso, aquí hay algunos síntomas comunes que pueden indicar que es hora de despedirse de nuestros anteojos actuales. Estas manifestaciones pueden resultar de una mala graduación aunque los cristales sean nuevos. Entre ellas están: dolores de cabeza, fatiga visual y problemas para ver objetos lejanos o cercanos.
Depende. Seleccionar una montura nueva puede ser algo divertido y al mismo tiempo algo estresante. Todos anhelamos vernos bien, pero hay que considerar varios factores antes de comprarlas. El aspecto físico es esencial: por ejemplo, los marcos grandes no se ven bien en todos los rostros. Se requiere lograr el equilibrio entre las facciones y minimizar aquellos aspectos menos graciosos de nuestras caras con un armazón favorable.
Los oftalmólogos suelen dar recomendaciones acerca de qué tipo de monturas pueden servirte, siempre priorizando lo mejor para tus ojos. Lamentablemente, hay casos donde el material utilizado para la fabricación es muy débil y no perdura mucho tiempo, pero una realidad es que no es necesario gastar mucho para obtener calidad.
Cuando se usan nuevos lentes, es como vivir una experiencia completamente nueva, especialmente cuando hay un cambio significativo en la graduación, puede no sentirse inmediatamente normal, puesto que nuestros ojos tienen que adaptarse.
Durante este periodo, los ojos captan muchísimos estímulos tratando de coordinarse entre ellos.
Mientras se sienta algo de mareo es totalmente normal, pero si persiste hay que consultar con el oftalmólogo.
Si comienzas a detectar cambios en tu visión, es importante no postergar la consulta con tu experto en salud visual.
Fuente de información: Visión Martínez
WRITTEN BY MCK Expertos Digitales